Arqueologia
Esta fascinante ciudad y centro ceremonial de los itzáes es emblema de México, uno de los principales sitios arqueológicos del continente, Patrimonio de la Humanidad reconocido por la Unesco y una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo, en opinión de millones de votantes alrededor del planeta.
La zona arqueológica se encuentra localizada a 120 kilómetros de la ciudad de Mérida, capital del estado de Yucatán. Es un conjunto de imponentes edificios levantados en una extensa planicie; estas construcciones corresponden a su última época, ya que este centro tuvo varias etapas constructivas y recibió la influencia creativa de los diversos pueblos que la ocuparon, desde su fundación hasta su decadencia.
La concepción, diseño y arquitectura de Chichén Itzá son únicos, como resultado de la fusión del estilo Puuc, propio de los pueblos mayas, con las influencias de los estilos constructivos del altiplano mexicano. Sus principales edificios son:
La Pirámide de Kukulkán, célebre en el mundo entero e icono del mundo maya. Esta hermosa pirámide, también conocida como El Castillo, preside la gran explanada del centro ceremonial; tiene una altura de 24 metros, nueve niveles y culmina en un templo rectangular.
Es una construcción asombrosa por su imponente y armoniosa belleza y porque expresa los sofisticados conocimientos de los mayas. Cada uno de los cuatro lados de la pirámide tiene una gran escalinata, con 91 escalones cada una; sumados los cuatro, más el único escalón que conduce al templo superior dan como resultado 365 escalones, uno por cada día del año. Cada una de estas escalinatas está flanqueada por una balaustrada; en la base de la escalinata del lado norte hay dos gigantescas cabezas de serpientes emplumadas, imagen del dios Kukulkán. Es aquí donde, todos los años en las mismas fechas, se crea un mágico y fascinante juego de luces y sombras naturales.
El Templo de los Guerreros o de las Mil Columnas, es un hermoso edificio en el lado oriental de la gran explanada. Es una pirámide escalonada, con cuatro niveles y un templo superior dividido en dos salas. En la entrada al templo hay una escultura del Chac-Mool y dos gigantescas serpientes de cascabel que sostienen el dintel; en su interior hay un gran número de salas hipóstilas abovedadas. Frente al templo hay una notable formación de columnas y pilas: las llamadas mil columnas.
El Observatorio o Caracol es otro de los sorprendentes edificios de Chichén Itzá. Es una torre que servía a los mayas para observar los fenómenos celestes, por encima de la vegetación de la selva y hasta donde la vista alcanzara, pues así lo permite el paisaje llano, sin colinas ni elevaciones. Se le conoce también como El Caracol porque en su interior hay una escalera en espiral que permite ascender a lo más alto. Diversas inscripciones en el interior del edificio permiten confirmar que era un lugar de observación del cielo y los astros.
El Gran Juego de Pelota de Chichén Itzá, es el mayor de toda Mesoamérica. Tiene más de 120 metros de longitud, con dos largas plataformas horizontales e inscripciones que describen el juego. Los más recientes estudios permiten confirmar que esta construcción tenía también una función astronómica ya que permitía observar y medir fenómenos como los solsticios y equinoccios.
La Gran Explanada Principal es la plataforma que nivela el terreno, establece las relaciones espaciales entre los edificios y da armonía a todo el centro ceremonial.
También dentro de los límites de la zona arqueológica se encuentra el Cenote Sagrado. Es un cenote a cielo abierto, de unos sesenta metros de diámetro, con unos quince metros del nivel acceso a la superficie del agua; se piensa que fue utilizado sólo para fines rituales, en él se ofrecían sacrificios animales y, tal vez, humanos, además de joyas y otros objetos valiosos para los mayas. Está al norte de la Pirámide de Kukulkán y los une una calzada de unos 300 metros de longitud.
La zona arqueológica cuenta con un museo de sitio y un auditorio en el que se proyectan diversos materiales audiovisuales que permiten un mejor conocimiento y mayor comprensión de la ciudad de Chichén Itzá y, en general, de todo el mundo maya