Ecoturismo

Tradicionalmente, Boca del Río ha sido uno de los sitios favoritos en Veracruz para quienes buscan el contacto directo con la naturaleza.

El gigantesco sistema de arrecifes pasa frente a Boca del Río y sigue por Alvarado, en donde hay una gran actividad de buceo para disfrutar de él. La playa Antón Lizardo, en Alvarado, es uno de los lugares favoritos de los buzos, tanto profesionales como aficionados que, generalmente, se asesoran por guías especializados para los reconocimientos de los arrecifes coralinos. 

En esta playa también se puede practicar la pesca deportiva, principalmente en el Club de Pesca Deportiva Caguama, en donde se pueden cobrar piezas de robalo, huachinango, cabrilla, lenguado y muchas otras especies.

En Alvarado hay todavía áreas vírgenes, ubicadas en las márgenes de los ríos Blanco y Papaloapan. En toda esta zona de Alvarado existen varias playas y complejos de lagunas, sin gran afluencia de visitantes, a lo largo de sus cuencas y costas.

Destaca la Laguna de Alvarado, un ecosistema de humedal de más de sesenta kilómetros cuadrados, rodeada de mangles; desde ahí se pueden apreciar las desembocaduras de los ríos Papaloapan, Blanco, Limón y Acula, y practicar la navegación y la pesca que, tradicionalmente, ha sido la principal actividad en Alvarado.

Hay un gran número de actividades para disfrutar de las costas, playas y mar, con todas las comodidades, tanto en Boca del Río, como en el vecino Alvarado. Por ejemplo, los recorridos en lancha por el río Jamapa, para admirar la flora y fauna de los esteros, o bien, conocer nuevos desarrollos, como la llamada Pequeña Venecia, en la que todas las casas tienen salida al río. También se puede llegar por lancha a la Isla del Amor o a Cancuncito, que es un pequeño banco de arena considerado una de las reservas arrecífales más importantes del Golfo de México, cercano a la isla de los Sacrificios.

Cultural Arte, Tradiciones y Folklore

Boca del Río adquirió su carácter de ciudad apenas en 1988. A partir de ese momento ha acelerado su desarrollo, multiplicado su número de visitantes, cuidado con mayor esmero sus riquezas y el conocimiento de su historia.

 Son ejemplo de esa atención: el Palacio Municipal con su extensa arcada, sus blancos muros y su estilo colonial; la Casita Blanca de Agustín Lara, donde hay una exposición permanente con fotos del músico-poeta y se organizan veladas poético-musicales; la Plaza Banderas, plaza pública con diferentes expresiones de la cultura veracruzana, desde las cabezas colosales olmecas hasta los voladores de Papantla: el buque-cañonero Guanajuato, convertido en el museo naval más importante de América Latina; y la parroquia de Santa Ana, patrona de Boca del Río.

En Alvarado, la tradición es una forma de vida. Nacido como un puerto pesquero, convirtió su oficio en un arte y sus utensilios en artesanías. Hasta la fecha, son notables los trabajos que realizan los artesanos de Alvarado en la confección de redes para pescar y hamacas; esa habilidad se traslada a la artesanía textil en la confección de blusas tejidas y en rejillado. Además, son famosas sus piezas de artesanía, tanto utilitarias como de adorno, en carey y conchas marinas.

Boca del Río muestra con orgullo sus tradiciones a lo largo del año. La mezcla de las raíces indígena española y africana dan como lugar el gran tapiz étnico y cultural de Sotavento.

Sotavento quiere decir: “Lugar donde azotan los vientos”. Boca del Río pertenece a las Llanuras de Sotavento, dentro de las siete regiones en las que se divide el estado de Veracruz.

 Expresión típica de la región es el son jarocho, una mezcla de aires españoles y ritmos africanos. Originalmente se tocaba con jarana y requinto, y más tarde se unieron flauta, violín y arpa. El son jarocho no es sólo música, sino también danza, con sus sones de a montón o sones de parejas, vestidos a la usanza andaluza o valenciana, con elementos indígenas como el uso del rebozo.

Otra de las danzas características de la región es el danzón, que tiene su origen en las etnias africanas y que llegó a América por esta región de Boca del Río.

Todas estas expresiones son la base de las grandes fiestas populares, principalmente las patronales de Santa Ana, en el mes de julio y, por supuesto, el Carnaval, la fiesta por excelencia, en la que el puerto de Veracruz y Boca del Río se hermanan para celebrarlo.

Gastronomía

Boca del Río es célebre por su buena comida, un prestigio bien ganado que ha sabido proteger y enriquecer. Es reconocido su filete relleno de mariscos del que, por cierto, han hecho una versión gigante que está en los récords Guiness.

Otros de los platillos típicos son el arroz a la tumbada, los diferentes moles, cócteles de mariscos, el mondongo, la jaiba enchilpayada, los camarones preparados al gusto, las parrilladas de mariscos, los calamares rellenos, los toritos de cacahuate, camarones al coco, pescado empapelado, chilpachole de jaiba, tortitas de hueva de lisa, tamales costeños, la minilla de jurel, etcétera.

Todo acompañado por cervezas heladas o los tradicionales toritos, que son bebidas preparadas a base de jugo de frutas, como mamey, guanábana, cacahuate y alcohol de caña; o bien, el popular helado de ron. En el caso de la comida y la bebida, así como en el de la habitación, hay opciones para todos los presupuestos.

Diariamente hay recorridos en lancha por la laguna de Mandinga para pescar robalo, camarón, ostión, jaiba o cangrejo y comerlos en sus restaurantes típicos, así como en las playas, riberas del Papaloapan y calles del puerto de Alvarado, puerto pesquero y culinario, de reconocido prestigio.

Y para quien no es afecto a la comida típica, existen más de 200 restaurantes y cafeterías de comida internacional y lugares estupendos en donde se puede disfrutar un corte argentino, pastas italianas, paellas españolas o pasteles franceses. Como todo centro cosmopolita, Boca del Río tiene cocinas para todos los paladares.