Son muy variados los atractivos que presenta Tapijulapa, desde los naturales hasta los históricos y tradicionales. Los lugares de mayor interés son: la iglesia de Santiago Apóstol, una de las más antiguas de la región; la Villa Luz, que fue casa de descanso de Tomás Garrido Canabal; la Cueva de las Sardinas Ciegas, que es un lago al interior de una caverna, en el que viven peces ciegos por la oscuridad permanente; la gigantesca tirolesa que cruza el río Oxolotán; el parque eco-turístico Kolem-Jaa, con un gran número de actividades deportivas al aire libre.
Las artesanías típicas de Tapijulapa están hechas a base de matusay, como llaman a una especie de bejuco, con el que tejen desde sombreros hasta muebles de mimbre y ratán. Los fines de semana se levantan diversos tianguis para la venta de las artesanías regionales.
Por su tamaño y encanto Tapijulapa invita a recorrerlo a pie. Para los recorridos se recomienda portar ropa fresca y ligera y sombrero o gorra. Aunque hay estar preparados para los eventuales chubascos.
El calzado deberá ser siempre cómodo pues los trayectos son extensos y las calles empedradas; en el caso de recorrido por la zona urbana es preferible el uso de zapatos cerrados, y para las visitas a los alrededores y áreas de naturaleza, se prefiere el calzado abierto, sandalias o huaraches.
Las botellas con agua serán una buena compañía en estos recorridos, aunque dentro de la zona urbana hay un gran número de tiendas y expendios que ofrecen diversos servicios, alimentos, artesanías, materiales turísticos, etcétera.
Tapijulapa tiene hoy una clara vocación turística, aunque la oferta de hospedaje no es muy extensa, apenas hay tres hoteles de categoría económica y las cabañas del desarrollo ecoturístico Kolem-Jaa; es recomendable reservar con anticipación el hospedaje, sobre todo si se quiere visitar Tapijulapa en temporada vacacional o en algún puente o fin de semana largo.
Aunque existen todos los servicios básicos para garantizar una cómoda estancia, no hay una extensa variedad de productos o servicios, ni sofisticación en ellos. A cambio, se tiene la naturalidad y sencillez de un pueblo pequeño, la calidez de los lugareños, el ambiente de la población y la impresionante belleza del entorno natural.