Hasta hace poco tiempo, Cosalá era una pequeña comunidad minera y agrícola; el gran detonante de su desarrollo ha sido el turismo, que ha transformado su dinámica, aunque ha respetado su perfil tradicional, celosamente guardado por sus habitantes.
Cosalá tiene una oferta hotelera suficiente. Hay hoteles con los servicios esenciales, así como pequeños centros ecoturísticos con cabañas y bungalows. Sin embargo, no son demasiados por lo que es recomendable reservar con la debida anticipación el hospedaje, sobre todo si se quiere visitar Cosalá en temporada vacacional o en algún puente o fin de semana largo.
También hay una amplia serie restaurantes y establecimientos de comida que ofrecen los tesoros de la gastronomía sinaloense, al alcance de todos los bolsillos. Desde restaurantes de alta calidad, hasta fondas, pequeños establecimientos de comida y puestos en los mercados, que ofrecen chilorio, machacas, gorditas de asiento, pollos sinaloenses, aguachiles, pescados zarandeados, tamales, empanadas, etcétera.
Por su tamaño y encanto Cosalá invita a recorrerlo a pie. Para los recorridos se recomienda portar ropa fresca y ligera y sombrero o gorra, además de bloqueador solar, pues gran parte de los trayectos son en plena exposición a los rayos solares. Aunque hay estar preparados para los eventuales chubascos. Para los paseos por la sierra se recomienda llevar pantalones largos y suéteres ligeros.
El calzado deberá ser siempre cómodo pues los trayectos son extensos y las calles empedradas; en el caso de recorrido por la zona urbana es preferible el uso de zapatos cerrados, y para las visitas a los alrededores y áreas de naturaleza, se prefiere el calzado abierto, sandalias o huaraches.
Las botellas con agua serán una buena compañía en estos recorridos, aunque dentro de la zona urbana hay un gran número de tiendas y expendios que ofrecen diversos servicios, alimentos, artesanías, materiales turísticos, etcétera.
El trabajo artesanal de Cosalá es bien reconocido, nacional e internacionalmente. Hay hermosos trabajos artesanales en madera, cerámica, textil, ixtle y, sobre todo, en piel; los trabajos de talabartería de Cosalá son muy apreciados, especialmente los cintos piteados y las sillas de montar. Hay un gran número de tiendas que los ofrecen.
A unos doce kilómetros de Cosalá se localiza una maravilla natural de Sinaloa: la Reserva Ecológica del Mineral de Nuestra Señora. Es un territorio de más de cinco mil hectáreas, con bosques tropicales y más de 130 especies de aves, reptiles y mamíferos. Esta reserva ha sido yacimiento minero, comunidad de investigación científica y santuario de la biodiversidad. En ella se pueden practicar el senderismo, el avistamiento de especies exóticas de flora y fauna, escalamiento o la tirolesa, en uno de los circuitos más atrevidos de México; uno de sus tiros es el segundo más grande del país, sólo superado por otro en las Barrancas del Cobre.
Otros de los atractivos turísticos en los alrededores de Cosalá son: el balneario de Vado Hondo, con tres cascadas, un lago, pozas naturales y facilidades para la natación, los días de campo, el campismo, el senderismo, los paseos a caballo, el avistamiento de especies de flora y fauna, tirolesa, etc. Más adelante se encuentra la Presa José López Portillo, ideal para la práctica de la pesca deportiva; y los pueblos de Guadalupe de los Reyes, con edificios coloniales, pinturas rupestres y grabados en piedra; y San José de las Bocas, con aguas termales.