Hasta hace unos cuantos años, Mahahual se mantenía como un lugar casi virgen; un sitio paradisíaco con una pequeña villa de pescadores. Su detonación como destino turístico es reciente, por lo que los servicios están en pleno desarrollo.
En 1997, el huracán Dean, de categoría 5, tocó tierra en Mahahual, con vientos de más de 270 kilómetros por hora, que destruyeron la mayor parte de los edificios y casas. Aunque hay una gran labor reconstructiva, todavía se nota el paso del huracán, sobre todo en la infraestructura y la dotación de servicios.
Su característica como destino turístico alternativo a la Riviera Maya es la presencia de un gran delfinario y como muelle de cruceros. También se ha dado una gran importancia a la pesca deportiva.
Mahahual cuenta con la mayor playa pública de la península de Yucatán. Son más de mil metros de blanca arena y aguas tranquilas a disposición de todos los visitantes.
Mahahual se considera el puerto de entrada al Banco Chinchorro, el segundo arrecife coralino más grande del mundo. Es un inmenso atolón de coral, rico en biodiversidad, que sirve como barrera natural que protege las playas de Mahahual por lo que éstas son de blanca arena, poca pendiente y suave oleaje.
Los hoteles en Mahahual son de varias categorías; desde hoteles boutiques hasta palapas en la playa. Sin embargo, no hay grandes hoteles de cadenas internacionales. La mayoría son de unos cuantos pisos, con servicios casi personalizados. Por lo mismo, es recomendable reservar con antelación a su visita, sobre todo en temporada vacacional, puente o fin de semana largo.
Los restaurantes en su mayoría se encuentran a la orilla de la playa; son palapas de diferentes tamaños, pero todas ofreciendo los productos del mar de Mahahual, preparados según las recetas regionales. Delicias a precios sumamente moderados.