En Zacatlán hay una gran cantidad de sitios de interés, tanto históricos como artísticos y pintorescos. Algunos de los principales son: el exconvento franciscano, joya de la arquitectura colonial, completamente construido de piedra; la Parroquia de San Pedro, ejemplo del arte tequitqui; la iglesia del Señor de Jicolapa, surgida de un milagro; la Casa de la Cultura, construida en los claustros del exconvento franciscano; el Palacio Municipal, en estilo neoclásico; el famoso reloj floral, único en el mundo; los Relojes Centenario, la primera fábrica de relojes monumentales en América Latina y el Museo Interactivo Ing. Roque Leonel Olvera, con relojes antiguos de diferentes países.
Por su tamaño y gran cantidad de atractivos, Zacatlán invita a recorrerla a pie. Para los recorridos se recomienda portar ropa fresca y ligera y sombrero o gorra, aunque hay estar preparados para los eventuales chubascos.
El calzado deberá ser siempre cómodo pues los trayectos son extensos y las calles empedradas; en el caso de recorrido por la zona urbana es preferible el uso de zapatos cerrados, y para las visitas a los alrededores y áreas de naturaleza, se prefiere el calzado abierto, sandalias o huaraches.
Las botellas con agua serán una buena compañía en estos recorridos, aunque dentro de la zona urbana hay un gran número de tiendas y expendios que ofrecen diversos servicios, alimentos, artesanías, materiales turísticos, etcétera.
Hay una muy buena oferta hotelera, con alternativas para todos los gustos y posibilidades. Existen en Zacatlán hoteles, cabañas, así como pequeños centros ecoturísticos con posadas y bungalows. Sin embargo, no son demasiados por lo que es recomendable reservar con anticipación el hospedaje, sobre todo si se quiere visitar Zacatlán en temporada vacacional o en algún puente o fin de semana largo.
La oferta gastronómica es muy amplia. Hay muchos lugares en donde comer, tanto en el centro de la ciudad como en los alrededores y establecimientos junto a las cascadas o el Valle de las Piedras Encimadas. Las especialidades son los platillos regionales, como los tlacoyos, los mixiotes, el pan de queso, los dulces de frutas, etc. y hay establecimientos para todos los gustos y presupuestos.
Zacatlán se caracteriza, entre otras muchas cosas, por su exitosa producción de manzanas. En toda la ciudad se pueden comprar manzanas y productos derivados de ella, desde mermeladas, dulces, jaleas, hasta sidras y licores de baja graduación producidos con manzana y otras frutas, como el membrillo o el durazno.
Los alrededores de Zacatlán también ofrecen espectaculares atractivos. El más conocido es el Valle de las Piedras Encimadas. Es una planicie en medio de un bosque en el que hay unas formaciones rocosas sorprendentes por sus formas y composición; grandes rocas que aparecen en superposiciones, equilibrios, formas aparentemente inexplicables. Los guías del lugar dan a conocer el nombre de cada una de estas formaciones rocosas; es una visita que se puede realizar a caballo y recorrer este pequeño y fascinante valle.
A una media hora de Zacatlán está Tulimán, en donde hay una impresionante caída de agua, un manantial de aguas minerales y una tirolesa gigantesca, de más de 120 metros; también se puede hacer escalada de árboles y hay cabañas, palapas y pequeños restaurantes.
También en los alrededores de Zacatlán hay dos cascadas famosas por su historia y belleza. La de San Pedro Atmatla, en las ruinas de un templo del Siglo XVI y junto a vestigios prehispánicos; y la de Quetzalapa, una caída de unos 200 metros de altura en la barranca de Zacatlán. Son lugares naturales que asombran.