Cuetzalan tiene el gran encanto que le confiere la armonía entre el entorno natural y la arquitectura de la población. La humedad que caracteriza a la región afecta a todas las construcciones, que muestran sus huellas en las paredes que lloran y chorrean a causa de las lluvias. Algunos de los edificios históricos se han perdido por esta causa.
La mayor parte de los edificios históricos de Cuetzalan son del Siglo XIX y se localizan en el centro de la ciudad. Algunos de los más notables son: la Parroquia de San Francisco, con su alta torre, planta basilical y capilla de la Conchita; el Santuario de Guadalupe, o la iglesia de los jarritos, por los cientos de jarros de barro que adornan su torre; el Palacio Municipal, inspirado en la basílica de Letrán, en Roma; el Museo Etnográfico Calmahuistic, con los documentos históricos de la ciudad; la Casa de la Cultura, que era una antigua sala de máquinas y hoy alberga a la biblioteca, el museo y el archivo municipal.
El centro histórico de Cuetzalan es fascinante. Sus chorreados edificios y casonas, realizados con los materiales de la región, tienen una innegable inspiración europea que se transforma en las manos de los constructores locales. Calles empedradas, casas blancas de techos rojos de madera y teja, ennoblecidas por las marcas de la humedad caracterizan a Cuetzalan.
Ahora la ciudad tiene una clara vocación turística. Aunque la oferta de hospedaje no es muy extensa, es suficiente y en todas las categorías. Se suele complementar con los servicios que ofrecen los centros turísticos cercanos y la propia ciudad de Puebla.
Hay hoteles con los servicios esenciales, así como pequeños centros ecoturísticos con cabañas y bungalows. Sin embargo, no son demasiados por lo que es recomendable reservar con anticipación el hospedaje, sobre todo si se quiere visitar Cuetzalan en temporada vacacional o en algún puente o fin de semana largo.
Aunque existen todos los servicios básicos para garantizar una cómoda estancia, no hay una extensa variedad de productos o servicios, ni sofisticación en ellos. A cambio, se tiene la naturalidad y sencillez de un pueblo pequeño, la calidez de los lugareños, el ambiente de la población y la impresionante belleza del entorno natural.
Por su tamaño y encanto Cuetzalan invita a recorrerlo a pie. Para los recorridos se recomienda portar ropa fresca y ligera y sombrero o gorra. Aunque hay estar preparados para los chubascos que muy probablemente se presenten.
El calzado deberá ser siempre cómodo pues los trayectos son extensos y las calles empedradas; en el caso de recorrido por la zona urbana es preferible el uso de zapatos cerrados, y para las visitas a los alrededores y áreas de naturaleza, se prefiere el calzado abierto, sandalias o huaraches.
Las botellas con agua serán una buena compañía en estos recorridos, aunque dentro de la zona urbana hay un gran número de tiendas y expendios que ofrecen diversos servicios, alimentos, artesanías, materiales turísticos, etcétera.
En Cuetzalan puedes probar los deliciosos platillos regionales poblanos o los más típicos de la localidad, como el caldo de nahuatlaca, el chipozonte, que es un mole de olla, o los tlayoyos de masa de alberjón, aguacate, queso, cebolla y chile verde, o las acamayas, recién extraídas del río, y el yolixpan, a base de hierbas y aguardiente, que es la bebida de la región.