Son tantos los atractivos de la ciudad de Oaxaca que recibe visitantes con los intereses más variados y aficiones más diversas, por lo que es frecuente encontrar en sus calles a turistas de todo el mundo. Esta multiculturalidad de los visitantes se convierte en un atractivo más de la ciudad.
Aunque la traza urbana de Oaxaca es sencilla y fácil de conocer, los frecuentes cortes de circulación y desvíos pueden complicar los traslados, sobre todo en su Centro Histórico, por lo que se recomienda hacer los recorridos a pie. Las cortas distancias entre los sitios de interés lo permiten.
Una de las razones principales para visitar la ciudad de Oaxaca es su exquisita gastronomía. Hay un gran número de restaurantes, de todas las categorías, para deleitarse con ella; sin embargo, no hay que dejar de comer en alguno de sus mercados como el Benito Juárez, el 20 de noviembre o el de La Merced.
Tanto para el hospedaje como para los traslados es recomendable reservar y confirmar con antelación pues la ciudad de Oaxaca, además de sus atractivos propios, es un centro de comunicaciones y transportes con toda la región y los servicios suelen saturarse, principalmente en las temporadas vacacionales.
Aunque formalmente no es parte de la ciudad de Oaxaca, el gran centro ceremonial de Monte Albán, es considerado uno de sus principales atractivos y visita obligada. Hay muchos transportes diarios desde el centro de la ciudad y se puede llegar también en taxi, aunque hay quienes prefieren hacer el camino, en una pronunciada subida, a pie.
Situada a unos cuantos kilómetros al oeste de la ciudad, la antigua capital del imperio zapoteca, es una extensa e impresionante zona arqueológica, con una magnífica vista hacia los cuatro puntos cardinales. Hay que llevar ropa ligera y calzado cómodo para recorrerla. Junto con Mitla, Yagul, Dainzú, Lamibityeco y Zaachila son extraordinarias huellas de la cultura prehispánica.