El transporte colectivo de la ciudad de Morelia a Pátzcuaro es continuo; el tiempo de trayecto no va más allá de la media hora, y hay salidas frecuentes, pero hay que tomar en cuenta que los autobuses son de diversas clases, por lo que conviene revisar los horarios para abordar los transportes favoritos u optar por otros, con corridas más frecuentes.
En Pátzcuaro hay una suficiente e interesante oferta de hospedaje, en hoteles de diversas categorías, aunque su vecindad con la ciudad de Morelia hace que muchos de los visitantes regresen a pernoctar a la ciudad capital. Sin embargo, si se hace tarde en Pátzcuaro o se quiere tomar como base para visitar otros lugares, se pueden encontrar buenos alojamientos.
La ciudad de Pátzcuaro es un pequeño tesoro. De cortas dimensiones puede ser fácilmente recorrida para conocer sus múltiples joyas y disfrutar de su cocina, artesanías, costumbres y la hospitalidad de sus habitantes.
Los lugares de mayor interés en Pátzcuaro son: la Plaza Principal, la mayor en toda Hispanoamérica y rodeada de notables edificios como la Casa del Gigante, el Palacio Municipal, la Casa de los Escudos, el Hotel Mansión Iturbe y el Palacio Huitzimengari; el Antiguo Colegio de San Nicolás, fundado por Don Vasco de Quiroga y convertido ahora en el Museo de Artes Populares; el antiguo convento de Santa Catarina, conocido como la Casa de los Once Patios, de los cuales sólo se conservan cinco de los originales; la Capilla de El Humilladero, con su portada plateresca y espadaña-campanario; el templo del Sagrario, en honor de la Virgen de la Salud; el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe; el exconvento de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios; el templo del Hospitalito; el exconvento de San Agustín, convertido en teatro, biblioteca y plaza; el hospital de Santa Martha; y la Basílica de Nuestra Señora de la Salud, que fue la antigua catedral.
En Pátzcuaro hay hoteles gran calidad que garantizan una placentera estancia a unos cuantos metros de las maravillas arquitectónicas de la ciudad. Si se quiere llegar a ellos es conveniente reservar con suficiente anticipación pues en vacaciones, puentes o fines de semana largos suelen saturarse.
De la misma forma hay un gran número de restaurantes especializados en los platillos típicos de Michoacán, como el delicioso y famoso pescado blanco del lago de Pátzcuaro. También se recomienda reservar con anticipación para asegurar el espacio y el servicio.
Para todos los recorridos por Pátzcuaro se recomienda portar ropa fresca y ligera y sombrero o gorra, además de bloqueador solar, gafas para el sol, pues gran parte de los trayectos son en plena exposición a los rayos solares.
El calzado deberá ser siempre cómodo pues los trayectos son extensos; hay quien prefiere el uso de zapatos cerrados o botas, y quien prefiere para las visitas a áreas de naturaleza, el calzado abierto, sandalias o huaraches.
Las botellas con agua serán una buena compañía en los paseos, aunque dentro de la zona urbana hay un gran número de tiendas y expendios que ofrecen diversos servicios, alimentos, artesanías, materiales turísticos, etcétera.
En el centro del lago de Pátzcuaro está la isla de Janitzio y en lo alto de la isla un monumento a José María Morelos y Pavón, que tiene un mirador desde el cual se puede admirar toda la isla, el lago y el pueblo mágico de Pátzcuaro.
En los alrededores de Pátzcuaro existen otros miradores con hermosas vistas sobre la población, el lago y las pequeñas comunidades ribereñas. Uno está en el Cerro Estribo Grande y otro en el Cerro del Estribo Chico.
En las cercanías de Pátzcuaro hay otros lugares de gran belleza e interés, como Tiripitío, con su convento agustino del Siglo XVI; Ario de Rosales, con una espectacular zona ecológica protegida o la zona arqueológica de Ihuatzio, con su conocida Plaza de Armas y pirámides.