Los principales atractivos de Jiquilpan se concentran en su centro histórico y en los alrededores de la ciudad. El centro gira en torno al exconvento franciscano, joya del Siglo XVI que, además de su valor arquitectónico, resguarda importantes documentos y piezas históricas, como un Cristo que el emperador Carlos V regaló a Fray Jacobo Daciano, uno de los fundadores de Jiquilpan y gran evangelizador en esta región.
Otros atractivos de Jiquilpan son: el templo del Sagrado Corazón, que ha sido cárcel, cuartel y teatro; el Museo al General Lázaro Cárdenas del Río, con testimonios de la historia de la ciudad desde los tiempos prehispánicos; la Casa Museo de Feliciano Béjar, con algunas de sus mejores obras, entre ellas varios magiscopios; los Bosques Urbanos Cuauhtémoc y Juárez, grandes remansos y pulmones de la ciudad; la Casita de Piedra, dentro del Bosque Cuauhtémoc, que fue residencia de descanso de Lázaro Cárdenas, alojamiento de Fidel Castro y el Ché Guevara, set de filmación y hoy es un lugar de encuentro y convivencia público; la Biblioteca Pública, en lo que fue el Santuario de la Virgen de Guadalupe, con murales de José Clemente Orozco; los santuarios de la Virgen de la Candelaria (llamada la Capilla de Santa Anita) y la Virgen de los Remedios; y un gran número de monumentos y fuentes, conocidas popularmente como pilas, distribuidas por toda la ciudad.
Por su tamaño y encanto Jiquilpan invita a recorrerlo a pie. Para los recorridos se recomienda portar ropa fresca y ligera y sombrero o gorra, además de bloqueador solar, pues gran parte de los trayectos son en plena exposición a los rayos solares. Aunque hay estar preparados para los eventuales chubascos.
El calzado deberá ser siempre cómodo pues los trayectos son extensos y las calles empedradas; en el caso de recorrido por la zona urbana es preferible el uso de zapatos cerrados, y para las visitas a los alrededores y áreas de naturaleza, se prefiere el calzado abierto, sandalias o huaraches.
Las botellas con agua serán una buena compañía en estos recorridos, aunque dentro de la zona urbana hay un gran número de tiendas y expendios que ofrecen diversos servicios, alimentos, artesanías, materiales turísticos, etcétera.
Hay hoteles con los servicios básicos, así como pequeños centros ecoturísticos con cabañas y bungalows. Sin embargo, no son demasiados por lo que es recomendable reservar con la debida anticipación el hospedaje, sobre todo si se quiere visitar Jiquilpan en temporada vacacional o en algún puente o fin de semana largo.
En las afueras de Jiquilpan está la zona arqueológica de Otero, en la que se han rescatado un gran número de piezas de cerámica, barro y piedra, testimonios de las culturas prehispánicas que habitaron estas tierras.