Tepotzotlán es célebre por el Museo Nacional de Virreinato, uno de los más ricos de América, albergado por el antiguo colegio e iglesia de San Francisco Javier. Es visita obligada en cualquier llegada o cruce por Tepotzotlán.
El Museo Nacional de Virreinato funciona con los horarios y protocolos de todos los museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de martes a domingo, de 9:00 a 18:00 hrs. En ocasiones hay que hacer cola por el gran número de visitantes.
Hay exposiciones permanentes y temporales, actividades para niños, servicio de audio-guía, visitas guiadas, tienda, servicios y librería, aunque tan sólo el recorrido del edificio justifica una visita.
El costo de entrada es de $57.00 y libre para los visitantes mexicanos menores de trece años, estudiantes, maestros, jubilados y mayores de sesenta años. Los domingos y días festivos la entrada es gratuita.
Frente al museo está la Plaza de la Cruz, en la que se asienta una cruz labrada de piedra, del Siglo XVIII, con imágenes de la Pasión de Cristo. Esta plaza, así como el kiosco y los jardines aledaños están ocupados por comerciantes y artesanos de la localidad que ofertan sus productos.
Hay venta permanente de artesanías en la plaza frontal. La gran variedad de artesanías y su calidad permite que en Tepotzotlán se encuentren piezas y objetos para todos los presupuestos. Se recomienda dedicar tiempo para hacer una buena selección y para regatear en los precios, que suele ser una costumbre.
Toda la plaza y las calles cercanas están bordeados por restaurantes, comedores, fondas, cafeterías, taquerías, bares, pizzerías, etc. La mayor parte ofrecen comida mexicana y regional, pero hay una oferta tan amplia para comer que cubre todos los gustos y presupuestos.
Tepotzotlán, aunque pequeño es rico en lugares típicos y atractivos que requieren de tiempo para su apreciación. Los recorridos suelen ser a pie y extensos, así es que es conveniente dedicarle el tiempo necesario, y más si se quiere hacer compra de artesanías.
Para los recorridos se recomienda portar ropa fresca y ligera y sombrero o gorra, además de bloqueador solar, pues gran parte de los trayectos son en plena exposición a los rayos solares.
El calzado deberá ser siempre cómodo pues los trayectos son extensos y las calles empedradas; en el caso de recorrido por la zona urbana es preferible el uso de zapatos cerrados, y para las visitas a los alrededores y áreas de naturaleza, se prefiere el calzado abierto, sandalias o huaraches.
Las botellas con agua serán una buena compañía en estos recorridos, aunque dentro de la zona urbana hay un gran número de tiendas y expendios que ofrecen diversos servicios, alimentos, artesanías, materiales turísticos, etcétera.
En Tepotzotlán se come muy sabroso. Sus platillos típicos no son ni caros ni sofisticados, sino deliciosos y accesibles, representativos de los antojitos mexicanos, principalmente las quesadillas; sin faltar los mixiotes, la barbacoa, las carnitas, los chiles rellenos, etc. Los antojitos son otro buen motivo para escaparse a Tepotzotlán.