Metepec ha sido reconocido desde antiguo por el talento de sus artesanos. Ha sido tradicionalmente un sitio visitado por turistas de Toluca, la Ciudad de México y otras ciudades para adquirir sus artesanías, principalmente en barro, cerámica, madera y piel.
Se considera la cuna de los árboles de la vida, esa pintoresca obra artesanal que es motivo de ornato en todo el mundo y que representa la creación del mundo mediante la figura de un árbol. Es una alegoría conocida mundialmente.
Metepec combina el encanto de una pequeña población con las comodidades una ciudad. El gran número de personas que lo han elegido para construir casas de campo, así como el creciente turismo de alto nivel han influido en la mejora y variedad de sus servicios.
Una visita al Metepec turístico puede comprender un área reducida, pero de largo y cuidadoso recorrido. Los lugares más visitados son: el exconvento y la iglesia de San Juan Bautista, la Capilla del Calvario, los talleres artesanales y el trayecto hacia la ermita en el Cerro de los Magueyes.
Metepec es un sitio encantador y relajante, al que no hay que llegar con prisas, pues requiere de tiempo para su apreciación. Por su extensión y la gran cantidad de actividades que se pueden realizar, los recorridos suelen ser extensos, así es que es conveniente dedicarle el tiempo necesario para conocerlo.
Hay una gran cantidad de guías y materiales impresos que son auxiliares útiles en la visita; no es necesario el servicio de los guías turísticos autorizados, a menos de que se requiera por alguna causa específica, como el idioma.
Para los recorridos se recomienda portar ropa fresca y ligera y sombrero o gorra, además de bloqueador solar, pues gran parte de los trayectos son en plena exposición a los rayos solares. Aunque hay estar preparados para los eventuales chubascos.
El calzado deberá ser siempre cómodo pues los trayectos son extensos y las calles empedradas; en el caso de recorrido por la zona urbana es preferible el uso de zapatos cerrados, y para las visitas a los alrededores y áreas de naturaleza, se prefiere el calzado abierto, sandalias o huaraches.
Las botellas con agua serán una buena compañía en estos recorridos, aunque dentro de la zona urbana hay un gran número de tiendas y expendios que ofrecen diversos servicios, alimentos, artesanías, materiales turísticos, etcétera.
Los lunes son días de tianguis, que se monta junto a la plaza principal. Productores, comerciantes, artesanos del Valle de Toluca y de regiones cercanas llegan hasta Metepec para ofrecer sus mercancías a los turistas y residentes.
Metepec es un lugar familiar. Hay atractivos y diversiones para toda la familia. Por ejemplo, los pequeños pueden jugar y entretenerse en los parques o con las fuentes danzarinas, frente al palacio municipal, y los adultos tomar una copa de garañona, un mosquito, o escuchar música en los bares y peñas del centro.
Metepec tiene una intensa vida nocturna. La población y los clubes de los alrededores son inundados por restaurantes, bares, antros, con música en vivo o grabada. Parte de su atractivo se lo dan estos sitios, ideales para todos aquéllos que gustan de la carrera larga. Hay decenas de ellos, para todos los gustos y presupuestos.
Aunque conserva su ambiente de provincia, Metepec cuenta con una gran variedad de productos y servicios. Además de su amplia oferta hotelera y restaurantera, hay clubes, tiendas, almacenes, farmacias, mercados, con todo lo necesario para una estancia placentera.
Su oferta gastronómica es muy amplia, pues va desde la comida mexicana y regional hasta cocina internacional, de fusión y establecimientos gourmets. La comida se cuenta entre los atractivos de Metepec, tanto para los visitantes como para residentes; en sus hoteles, clubes, restaurantes, se puede degustar desde la ensalada de plaza hasta el chorizo verde.