Malinalco es una pequeña ciudad con los servicios y sofisticación de una gran capital. Cuenta con los servicios de infraestructura básicos, el encanto de una pequeña población con las comodidades una ciudad. El gran número de personas que lo han elegido para construir casas de campo, así como el creciente turismo de alto nivel han influido en la mejora y variedad de sus servicios.
Los miércoles y sábados son días de tianguis en los alrededores de la plaza principal de Malinalco. No sólo se encuentra de todo, sino que es una costumbre comercial que se remonta a los tiempos prehispánicos. Se comercia desde alimentos hasta mobiliario.
Aunque conserva su ambiente de provincia, Malinalco cuenta con una gran variedad de productos y servicios. Además de su amplia oferta hotelera y restaurantera, hay clubes, tiendas, almacenes, farmacias, mercados, con todo lo necesario para una estancia placentera.
En Malinalco está el único museo vivo de México. Más que un lugar es un concepto; se trata de un espacio de conservación y sentidero de la naturaleza, en el que a través de los sentidos, se establece una relación distinta con los seres vivos. Es el Glocal.
Luís Mario Schneider fue un intelectual mexicano, de origen argentino, que vivió, trabajó y murió en Malinalco; dejó un gran legado de amor por esta tierra. Ahora hay un museo que lleva su nombre, para presentar y difundir la historia, tradiciones, cultura y costumbres de Malinalco. Está abierto de lunes a domingo, de diez de la mañana a cinco y media de la tarde.
También se puede visitar el Centro Cultural Universitario Luis Mario Schneider, ubicado en la que fuera su casa, en la finca El Olvido. Cuenta, entre otras joyas, con la biblioteca del Dr. Schneider, con más de 17 mil volúmenes. Está abierto a todo el público.
La cultura es uno de los signos distintivos de Malinalco. Un ejemplo es la Casa de Cultura Malinaxóchitl, que tiene actividad durante todo el año y presenta desde exposiciones temporales hasta talleres en los que se puede observar y aprender del trabajo de maestros artesanos.
Su oferta gastronómica es muy amplia, pues va desde la comida mexicana y regional hasta cocina internacional, de fusión y establecimientos gourmets. Sin embargo, lo que caracteriza a la cocina de Malinalco es la trucha, que se prepara de variadas maneras, sobre todo, al estilo Malinalco. No hay que olvidar el mezcal y los helados de postre.
La gran variedad de objetos de arte y artesanías, y su calidad, permite que en Malinalco se encuentren obras y piezas para todos los presupuestos. Se recomienda dedicar tiempo para hacer una buena selección y para regatear en los precios, que suele ser una costumbre.
Las principales artesanías son trabajos en madera, bordados en telas de lana, cerámica de alta temperatura, loza de barro vidriado, talabartería, o el trabajo en el barro café.
Malinalco tiene una intensa vida nocturna. La población y los clubes de los alrededores son inundados por restaurantes, bares, antros, con música en vivo o grabada. Parte de su atractivo se lo dan estos sitios, ideales para todos aquéllos que gustan de la carrera larga.
Malinalco es un sitio encantador y relajante, al que no hay que llegar con prisas, pues requiere de tiempo para su apreciación. Por su extensión y la gran cantidad de actividades que se pueden realizar, los recorridos suelen ser extensos, así es que es conveniente dedicarle el tiempo necesario para conocerlo.
Hay una gran cantidad de guías y materiales impresos que son auxiliares útiles en la visita; no es necesario el servicio de los guías turísticos autorizados, a menos de que se requiera por alguna causa específica, como el idioma.
Para los recorridos se recomienda portar ropa fresca y ligera y sombrero o gorra, además de bloqueador solar, pues gran parte de los trayectos son en plena exposición a los rayos solares. Aunque hay estar preparados para los eventuales chubascos.
El calzado deberá ser siempre cómodo pues los trayectos son extensos y las calles empedradas; en el caso de recorrido por la zona urbana es preferible el uso de zapatos cerrados, y para las visitas a los alrededores y áreas de naturaleza, se prefiere el calzado abierto, sandalias o huaraches.
Las botellas con agua serán una buena compañía en estos recorridos, aunque dentro de la zona urbana hay un gran número de tiendas y expendios que ofrecen diversos servicios, alimentos, artesanías, materiales turísticos, etcétera.
Uno de los principales atractivos de Malinalco es su zona arqueológica. Sin embargo, no está al alcance de todos. Se encuentra en la cima del Cerro de los Ídolos que, aunque no es una cumbre considerable, si requiere de buena condición física para alcanzarla. Es una consideración necesaria para niños, mujeres embarazadas, discapacitados y personas de la tercera edad. Es una ascensión de más de 400 peldaños.