Pueblos Mágicos

Desde el 2012, Mapimí forma parte de los Pueblos Mágicos de México. Sus bellezas naturales y valores históricos lo justifican plenamente. También ha sido reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad, como parte del Camino Real de Tierra Adentro.
Su ambiente colonial, pintorescos rincones y bella arquitectura, como la del templo de Santiago Apóstol o el Museo Juárez, se complementan con una naturaleza recia e impresionante con el desierto como principal protagonista.
En los alrededores hay lugares de singular encanto, como el pueblo fantasma de Ojuela, otrora uno de los enclaves mineros más importantes de la Nueva España, con su asombroso puente colgante; la Reserva de la Biosfera de Mapimí, con la flora y fauna desértica o la enigmática Zona del Silencio, dentro de la reserva. Una región que se caracteriza por las leyendas y el misterio, que comienzan por el famoso Espinazo del Diablo, en la carretera Durango-Mazatlán.
Mapimí tiene una historia fascinante que se extiende por más de cuatrocientos años. Esta historia ha dejado claras y hermosas muestras en sus calles, plazas, monumentos y edificios, que recuerdan, principalmente, su pasado colonial.
Algunos de los principales atractivos turísticos de Mapimí son: el templo del Señor de Mapimí, que aúna la leyenda a su valor artístico; el templo de Santiago Apóstol, santo patrono de la ciudad; el hospicio, el Museo Juárez y el de Historia de Mapimí, el antiguo Servicio Postal, el Departamento de Comercio y hasta el panteón de la ciudad.
Es un bello pueblo minero, con iglesia, casino, teatro, banco, etc., que ahora añade el misterioso atractivo de ser un pueblo abandonado. Un auténtico pueblo fantasma en lo alto de la Sierra de la India, o de la Bufa.
En este pueblo se puede visitar la asombrosa mina de Santa Rita, hoy agotada, pero que en su momento tuvo vetas fecundas de oro, plata y cobre. Tiene veinte niveles y, en conjunto, cuenta con más de 450 kilómetros de túneles. Materiales y herramientas antiguos, y la momia de una mula de carga son algunas de las sorpresas que depara el recorrido. La visita a la mina debe hacerse acompañado por guías especializados.
Para llegar a Ojuela, se puede utilizar su legendario puente colgante, una impresionante obra de ingeniería del Siglo XIX. Es el puente más largo de su tipo en toda América Latina. Tiene unos quinientos metros de largo y una altura de más de cien metros sobre la hondonada. En conjunto, Ojuela es un destino turístico asombroso, a sólo veinte minutos de Mapimí.