Parral es un lugar que invita a recorrerlo a pie. En sus recorridos se recomienda portar ropa fresca y ligera con sombrero o gorra, además de bloqueador solar, pues gran parte de los trayectos son en plena exposición a los rayos solares, aunque no hace mucho calor. Para los paseos por la sierra se recomienda llevar pantalones largos y suéteres ligeros. Y tomar en cuenta que por las tardes el frío aumenta de manera considerable.
Durante la primavera y el verano el clima es templado. En otoño es frío y en invierno, muy frío, con frecuentes heladas y algunas nevadas, lo que le da un peculiar encanto a la ciudad y sus alrededores.
El calzado deberá ser siempre cómodo pues los trayectos son extensos y las calles empedradas; en el caso de recorrido por la zona urbana es preferible el uso de zapatos cerrados, y para las visitas a los alrededores y áreas de naturaleza, se prefiere el calzado abierto, sandalias o huaraches.
Las botellas con agua serán una buena compañía en estos recorridos, aunque dentro de la zona urbana hay un gran número de tiendas y expendios que ofrecen diversos servicios, alimentos, artesanías, materiales turísticos, etcétera.
Sin embargo, si no se quiere recorrer a pie todo el centro histórico de Parral, hay una alternativa tradicional. Son los trenes TranVilla y PyOjito; son dos simpáticos tranvías tirados por caballos que recorren el centro de Parral pasando frente a los principales edificios y monumentos históricos; el conductor y guía hace, mientras tanto, una explicación de cada uno de los lugares notables. Las tarifas son módicas y hay un precio especial para los más pequeños.
Los principales atractivos turísticos de la ciudad de Parral se encuentran en zona centro; algunos de ellos son: la Parroquia de San José, del Siglo XVII, rodeada de parques y puestos artesanales; el Museo de la mina La Prieta, origen del esplendor de Parral, en activo durante 345 años; el Museo Francisco Villa, en la casa en la que murió el Centauro del Norte; la casa de Don Pedro Alvarado, el palacio en el que vivió el minero más rico de la región; el Teatro Hidalgo, que fue un convento franciscano; la catedral y santuario de Nuestra Señora de Guadalupe; la casa de Elisa Grienssen, de llamativa arquitectura ecléctica y la Puerta del Tiempo, ícono de la ciudad.