La población de Mulegé se localiza a la orilla del Mar de Cortés, cerca de la desembocadura del Río Mulegé. Esta localización propicia la creación de un estero y una especie de oasis. Es impresionante encontrar, en medio de un clima desértico, higueras, guayabos, mangos, naranjos, dátiles, olivares, palmas. Una experiencia inolvidable.
Tradicionalmente la población de Mulegé se ha dedicado a la pesca, ya que las corrientes marinas que se encuentran en el Mar de Cortés propician la multiplicación de las especies marinas. Sin embargo, ahora el turismo es una actividad prioritaria, en la que los habitantes de la región se esmeran.
Desde su fundación, entre la historia y la leyenda, Mulegé es un pueblo de pescadores. La gran riqueza de especies marinas y su enorme cantidad motivaron el asentamiento del pueblo en estas costas. Hoy sigue manteniendo esas características; es un paraíso para quien guste de la pesca.
Fiel a esa tradición, en Mulegé la principal actividad sigue siendo la pesca, ahora la pesca deportiva. En las costas de Mulegé se pueden pescar más de cien especies marinas, que van desde el marlín, atún, peto, pez gallo, jurel, dorado, cazón hasta el tiburón y el pez vela.
Desde hace muchos años, la comunidad de Mulegé ha recibido a pobladores de los Estados Unidos y Canadá, que han llegado atraídos por el clima, la belleza de la naturaleza, la tranquilidad de la vida cotidiana y la amabilidad de la población. No es raro encontrarse con pobladores de origen norteamericano.
Mulegé es uno de los municipios más grandes del país. Hasta el norte colinda con el de Ensenada. Sin embargo, su actividad y vida turística se concentra en torno a la población de Mulegé, en donde está la mayor parte de la población y que recibe al mayor número de visitantes.
En Mulegé los servicios turísticos están en pleno desarrollo, desde la capacidad hotelera hasta la de abastecimiento y de implementos y servicios turísticos. Hay un buen número de hoteles, hostales, hospederías y pensiones que satisfacen la oferta y exigencias en tiempos habituales, aunque en temporadas altas la demanda puede rebasarlos, por lo que se recomienda reservar los servicios.
Para estas visitas se recomienda contar con los servicios de guías especializados y prestadores de servicios autorizados que conocen la naturaleza, logística y lineamientos de esta zona; por ejemplo, los lugares permitidos para navegar, las distancias a las que hay que estar de aves y demás animales, la prohibición de ciertos productos, etcétera.
Las visitas a Mulegé y sus alrededores se pueden contratar en el mismo lugar, o bien, también pueden contratarse con prestadores de servicios turísticos en Mulegé, en tours que incluyen la transportación.
Para los recorridos turísticos por Mulegé y sus alrededores se recomienda portar ropa fresca y ligera y sombrero o gorra, protector solar biodegradable, y la cámara fotográfica siempre lista. Hay que estar preparados para los eventuales chubascos.
Las botellas con agua serán una buena compañía en estos recorridos, aunque dentro de la zona urbana hay un gran número de tiendas y expendios que ofrecen diversos servicios, alimentos, artesanías, materiales turísticos, etcétera.
Es conveniente llevar una muda de ropa, traje de baño, toallas, protector solar biodegradable, agua embotellada y el dinero, teléfono o documentos en paquetes impermeables o de plástico, herméticamente cerrados.
Como decíamos, la oferta hotelera es corta y apenas en desarrollo. Hay hoteles con los servicios básicos, así como pequeños centros ecoturísticos con cabañas y bungalows. Sin embargo, no son demasiados por lo que es recomendable reservar con anticipación el hospedaje, sobre todo si se quiere visitar Mulegé en temporada vacacional o en algún puente o fin de semana largo.