Jesús María se localiza en la parte centro-oeste del estado, junto al municipio de Aguascalientes y a once kilómetros de la capital, de donde recibe todas las vías de comunicación.

Hay dos carreteras asfaltadas: la estatal, con dirección este-oeste, comunica directamente con la ciudad de Aguascalientes y entronca con la otra carretera, federal, que lleva directamente a la ciudad de Zacatecas. Existen además otras carreteras de segundo orden y caminos vecinales que llevan a municipios como Calvillo  o San José de Gracia y poblaciones como el Pueblo Mágico de Real de Asientos, o Valladolid, Jesús Gómez Portugal, Maravillas, o San Antonio de los Horcones.

Desde cualquier punto de México se puede llegar a Jesús María a través de Aguascalientes. Por aire, la capital del estado cuenta con el aeropuerto internacional Jesús Terán Peredo, que tiene vuelos hacia y desde las principales ciudades del país y en el extranjero conecta con Los Ángeles, Dallas, Houston y Chicago, en los Estados Unidos.

Ubicado en el valle de Aguascalientes, el municipio de Jesús María goza de un clima templado, con tendencia hacia el calor seco. Tiene un clima estepario, con una temperatura promedio de 17 grados centígrados, que desciende sensiblemente durante las noches invernales y en la zona de la Sierra Fría.

La época de lluvias se registra en el verano, principalmente durante los meses de julio y agosto, en los que se presentan algunos aguaceros. Sin embargo, ni las lluvias ni los cambios de clima son extremosos.

Jesús María comparte con la ciudad de Aguascalientes sus atractivos naturales y culturales, y sus servicios. Es fácil y cómodo el traslado entre una localidad y otra, por lo que Jesús María se convierte en una excelente alternativa para fechas de alta demanda, como durante la Feria de San Marcos o la Romería de la Asunción.

Aunque el clima de la ciudad de Jesús María es templado, en invierno se recomienda llevar chamarra y zapatos cerrados; pueden registrarse algunos fenómenos meteorológicos como fuertes vientos, granizadas o frentes fríos, por lo que se recomienda tener a la mano ropa de abrigo.

Para todos los recorridos por la ciudad y los alrededores es conveniente portar ropa fresca y ligera y sombrero o gorra; aunque durante el día predomina el buen clima, es posible que llovizne por la tarde, sobre todo en el verano.

El calzado deberá ser siempre cómodo pues los trayectos son extensos; hay quien prefiere el uso de zapatos cerrados o botas, y quien prefiere para las visitas a áreas de naturaleza, el calzado abierto, sandalias o huaraches.