Por Jonathan Moreno

 

Debo de aceptar que fue simple curiosidad por lo que acepte conocer Xoximilco en Cancún, y es que habiendo vivido toda mi vida en la Ciudad de México me daba mucho morbo saber cómo se reproducía uno de los sititos más emblemáticos  de la capital del país.

La verdad me dejaron sorprendido, desde que llegas todo es espectacular, la música, la comida, las trajineras y los canales. Claro, nunca será como el original del D.F. pero en algunas cosas si lo superan. La organización se nota hasta en los más mínimos detalles  y la fiesta que se prende no tiene comparación. No suelo ser de los que se paran a bailar a la primera, sin embargo el ambiente me contagio y terminé moviéndome al ritmo del mariachi loco. 

Si me preguntaran cual es mejor si el de Cancún o el original no sabría decidir, cada uno tiene su magia. Lo que sí puedo decir es que regresare gustoso a  Xoximilco y Xochimilco cada que tenga oportunidad.