San Sebastián Bernal es famoso por la inmensa roca junto a la que fue fundado. La peña se considera el tercer monolito más grande del mundo, detrás del Peñón de Gibraltar, en España y el Pan de Azúcar, en Brasil. La peña tiene más de 350 metros de altura y una antigüedad calculada en diez millones de años.
Se dice que la peña de Bernal sirvió de modelo para la montaña que aparece como obsesión en la película Encuentros Cercanos del Tercer Tipo, de Steven Spielberg. Sea o no verdad, lo cierto es que es un monolito conocido en el mundo entero.
En la peña de Bernal se pueden realizar algunas actividades físicas como el senderismo, el escalamiento, el rappel, la bicicleta de montañas, etc. Para la práctica de todos ellos se recomienda recurrir a los guías y prestadores de servicios turísticos autorizados, quienes conocen las mejores rutas, los parajes más atractivos y pueden alquilar los equipos necesarios.
Además de la peña, algunos de los principales atractivos turísticos de la ciudad de Bernal son: el templo de San Sebastián Mártir, patrono de la población y de clara confección indígena, bajo los modelos europeos; el Castillo, edificio del Siglo XVII, emblema de la ciudad; la Capilla de la Santa Cruz, consentida de los habitantes de la ciudad; la Capilla de las Ánimas, de diminutas y entrañables dimensiones que hacen que sea conocida como las Animitas y es motivo de peregrinaciones; las calles empedradas del centro, con sus bellas casonas, de floridos balcones y relucientes patios; los tianguis de artesanías, entre las que destacan los deshilados y tejidos en lana, como cobijas, tapetes, rebozos, manteles, carpetas, etc., realizados en telares del Siglo XIX.
Desde la Oficina de Turismo de este pueblo mágico parten dos rutas para conocerlo; la primera va por los lugares históricos que cuentan lo que han sido la peña y Bernal a través del tiempo; la segunda, va por lugares tradicionales en los que se cuentan algunas de las leyendas de la ciudad y sus tradiciones, como la Procesión de las Ánimas.
San Sebastián Bernal tiene una clara vocación turística. Aunque la oferta de hospedaje no es muy extensa, es suficiente y en todas las categorías. Se suele complementar con los servicios que ofrecen Tequisquiapan, San Juan del Río y la propia ciudad de Querétaro.
Aunque existen todos los servicios básicos para garantizar una cómoda estancia, no hay una extensa variedad de productos o servicios, ni sofisticación en ellos. A cambio, se tiene la naturalidad y sencillez de un pueblo pequeño, la calidez de los lugareños, el ambiente de la población y la impresionante belleza del entorno natural.
Hay hoteles con los servicios esenciales, así como pequeños centros ecoturísticos con cabañas y bungalows. Sin embargo, no son demasiados por lo que es recomendable reservar con anticipación el hospedaje, sobre todo si se quiere visitar Bernal en temporada vacacional o en algún puente o fin de semana largo.
Por su tamaño y encanto Bernal invita a recorrerlo a pie. Para los paseos por las calles de piedra y las añejas casonas se recomienda portar ropa fresca y ligera y sombrero o gorra. Aunque hay estar preparados para los eventuales chubascos.
El calzado deberá ser siempre cómodo pues los trayectos son extensos y las calles empedradas; en el caso de recorrido por la zona urbana es preferible el uso de zapatos cerrados, y para las visitas a los alrededores y áreas de naturaleza, se prefiere el calzado abierto, sandalias o huaraches.
Las botellas con agua serán una buena compañía en estos paseos, aunque dentro de la zona urbana hay un gran número de tiendas y expendios que ofrecen diversos servicios, alimentos, artesanías, materiales turísticos, etcétera.
Bernal, San Sebastián Bernal o la Peña de Bernal es un destino turístico al alcance de todos los presupuestos. Aunque la oferta de hospedaje y alimentación no es muy extensa, sí la hay variada en tarifas y precios; además de que los restaurantes, sofisticados o sencillos, son especialistas en la cocina regional, basada en platillos preparados en barro y fogones de leña o carbón, como las enchiladas serranas con cecina, la barbacoa de borrego, los nopales santos, las gorditas de maíz, los chicharrones con cueritos, etcétera.