La Ciudad de México es una urbe inmensa. La mancha urbana se extiende a casi dos mil kilómetros cuadrados, lo que equivaldría a la superficie de varias ciudades medias unidas. Por eso, se recomienda tener un plan aproximado de la visita y, en la medida de lo posible, un itinerario.
Aunque la ciudad es enorme, con muchos lugares interesantes y sitios atractivos esparcidos por todo su territorio, los centros turísticos están bien delimitados, por lo que con una buena planeación se les puede recorrer sin problema.
Hay una vasta oferta de transporte público, desde el Metro y autobuses colectivos hasta taxis y transportes de turistas que, prácticamente, conectan todos los puntos de la ciudad. Sin embargo, las distancias suelen ser extensas y el tráfico denso, por lo que se recomienda calcular adecuadamente los tiempos de traslado entre un punto y otro.
Como toda gran urbe, la Ciudad de México supone algunos riesgos de seguridad para el visitante, por lo que hay que atender las indicaciones de autoridades, guías o conocidos y tomar precauciones como no llevar consigo demasiado efectivo, documentos, joyas; abordar taxis autorizados, etcétera.
Es una metrópoli de contrastes. Es frecuente que junto a un lugar turístico haya un sitio descuidado, junto a una zona opulenta pueda ubicarse un área deprimida, por lo que se recomienda no apartarse demasiado de los lugares a visitar y ser prudente en sus recorridos.
La Ciudad de México es la ciudad con más museos en todo el mundo; cuenta con más de 120 museos, por lo que es conveniente hacer una selección de cuáles conocer. El más visitado es el Museo Nacional de Antropología, en Chapultepec, considerado uno de los mejores del mundo; otro de los museos más visitados es el Museo Soumaya, en Polanco, cuya arquitectura se ha convertido en icono del México moderno. Por lo general, los museos permanecen cerrados lo lunes.
El Centro Histórico está formado por una gama de calles estrechas, algunas de las cuales se han convertido en peatonales para su mejor disfrute; casi en cada calle hay sitios de interés y en ellas no hay muchos estacionamientos, por lo que se recomienda recorrer el centro a pie.
La Ciudad de México tiene una intensa vida nocturna. Teatros, cines, centros de espectáculos, auditorios, restaurantes, cafeterías, bares, antros, que van desde los típicos mariachis en la Plaza Garibaldi hasta los modernos lugares de reunión en la colonia Condesa, son alternativas siempre abiertas y disponibles, por lo que hay que guardar energía para vivir la experiencia de la Ciudad de México de noche.
También, es un gran centro comercial. La Ciudad de México ha sido tradicionalmente uno de los grandes focos de comercio en el mundo y es una tradición que sigue viva. Miles de tiendas alberga su Centro Histórico y se extienden por todos los rumbos de la ciudad, hasta desembocar en los modernos y gigantescos centros comerciales, como el de Santa Fe, el mayor de toda la América Latina. En ellos, como en las principales avenidas, se pueden encontrar las tiendas de las marcas de mayor prestigio en el mundo. La capital de México es una gran opción para ir de compras.
La gran cantidad de alternativas de hospedaje, alimentación, transporte, cultura y diversión hacen que una visita a la Ciudad de México esté a la medida de todos los gustos y al alcance de todas las posibilidades y bolsillos.