La ciudad de La Paz es pequeña, pacífica y ordenada; es el centro político, financiero y comercial del estado, por lo que cuenta con todos los servicios de una ciudad media moderna.
La traza urbana es fácil de entender. Tiene un diseño en cuadrícula, con calles rectas que parten del Paseo Álvaro Obregón; la avenida principal es el paseo marítimo, el malecón de la ciudad, con más de cinco kilómetros de longitud, en el que destaca una serie de esculturas de bronce, entre las que se encuentra la de Juan Soriano, ícono de la ciudad, y el muelle para cruceros turísticos. Desde el malecón se puede admirar El Mogote, que es un banco de arena enmedio del mar, desértico y con extraordinarias vistas.
Para todos los recorridos se recomienda portar ropa fresca y ligera y sombrero o gorra; aunque durante el día predomina el buen clima, es frecuente que por la tarde descienda la temperatura de manera brusca.
El calzado deberá ser siempre cómodo pues los trayectos son extensos; hay quien prefiere el uso de zapatos cerrados o botas, y quien prefiere para las visitas a áreas de naturaleza, el calzado abierto, sandalias o huaraches.
Las botellas con agua serán una buena compañía en estos recorridos, aunque en toda la zona urbana y las principales áreas de playa hay un gran número de tiendas y expendios que ofrecen diversos servicios, alimentos, artesanías, materiales turísticos, etcétera.
En La Paz se puede comer muy bien. La gastronomía local depende, lógicamente, de los productos del mar. Se basa en los pescados y mariscos, que se degustan en establecimientos de gran variedad en cuanto a menú y calidad. En el malecón hay restaurantes al aire libre, al igual que en los centros comerciales, hoteles, avenidas principales y, desde luego, las playas.
La ciudad tiene una estupenda infraestructura turística, con hoteles, restaurantes, proveedores de servicios, etc. Sin embargo, a pesar del gran número de habitaciones, villas, cabañas para todos los presupuestos, es conveniente que se reserve con antelación para asegurar el hospedaje, sobre todo en vacaciones, fines de semana largos, puentes, etcétera.
La oferta hotelera de La Paz es suficiente, variada y en permanente crecimiento. Hay desde hoteles de lujo, campos de golf, restaurantes internacionales, etc., hasta hoteles boutiques, villas ecoturísticas y un gran número de establecimientos amables y respetuosos con el ambiente, de todos precios y categorías.
Es una ciudad tranquila, con una dinámica vida nocturna. Gracias a su crecimiento turístico, La Paz cuenta hoy con una amplia gama de alternativas de diversión por la noche, desde restaurantes, bares, discotecas, espectáculos, pubs, etcétera.